Debido a la época del año en la que estamos y a las últimas informaciones sobre el Covid-19 (más conocido como Coronavirus), la población se encuentra en estado de alerta ante la posibilidad de contraer alguna enfermedad de tipo vírica. Prueba de ello es la cada vez mayor demanda de mascarillas en todas las farmacias del país. Sin embargo, descartando la preocupación general por el Coronavirus, enfermedades como la gripe afectan cada año a personas de todas las edades en España (solo el año pasado se registraron más de 523.300 casos y 6300 fallecimientos según datos del CSIC).
Uno de los grupos de edad más vulnerable son los ancianos que presentan una tendencia mayor a contraer este tipo de enfermedades y sus efectos en el organismo son más nocivos. Pero, ¿por qué debe cuidarse más la tercera edad que el resto de la población ante estas posibles enfermedades producidas por la infección de los denominados virus? y ¿cómo podemos evitar las infecciones víricas?
ENFERMEDADES VÍRICAS EN LA TERCERA EDAD. CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO
Las infecciones en los ancianos son mucho más perjudiciales que en los jóvenes. Es clave tratar a estos pacientes en profundidad para evitar que los síntomas se compliquen y hagan aún más daño en el organismo. Por eso el tratamiento de “una simple gripe” es mucho más prioritario para los pacientes de más de 65 años.
Entre los factores de riesgo de infección en la tercera edad encontramos diversos tipos:
-Factores intrínsecos relacionados con el propio organismo. Destacan el debilitamiento del sistema inmunitario, el envejecimiento de algunos órganos y la elevada incidencia de desnutrición.
– Factores extrínsecos relacionados con el medio en el que se encuentra el paciente. Algunos son la aparición de enfermedades exteriores que agudizan los efectos de los virus en el organismo, el aislamiento social, la falta de higiene y atención médica, la elevada frecuencia de procedimientos hospitalarios agresivos (sondas vesicales o nasogástricas), así como la ausencia de medidas preventivas eficaces.
Además de ser más comunes, las infecciones víricas pueden manifestarse de manera atípica debido a una serie de causas. Los síntomas se presentan con menor claridad (por ejemplo, fiebre casi inexistente o muy débil) o se confunden con el propio proceso de envejecimiento (dolor en ciertas zonas del cuerpo). El resultado es un diagnóstico incorrecto o ambiguo que agrava aún más el estado del paciente.
Las enfermedades víricas afectan a muchas partes de nuestro organismo. En los ancianos, las más afectadas suelen ser el sistema respiratorio (bronquios, pulmones, nariz…), el sistema intestinal (estómago) o el sistema nervioso central. Entre las infecciones más comunes encontramos:
-Sepsis y Bacteriana.
-Neumonía.
-Infecciones en el tracto urinario.
-Infecciones en el sistema nervioso central.
-Endocarditis infecciosa.
-Infecciones cutáneas.
CÓMO PREVENIR LA GRIPE Y OTRAS INFECCIONES. CONSEJOS Y CUIDADOS A SEGUIR
A pesar de que existe un riesgo real con enfermedades como la gripe en la tercera edad, se pueden seguir una serie de pautas para prevenir o evitar el contagio:
-Vacunarse ante la posibilidad de contraer estas enfermedades.
-Evitar el contacto con otras personas enfermas.
-Mantener una higiene adecuada (lavarse frecuentemente las manos, usar pañuelos desechables, cubrirse la boca al estornudar…)
Si, por el contrario, ya se ha contraído la enfermedad, hay una serie de cuidados que seguir:
-Ante los primeros síntomas, acude al médico. Tos seca, fiebre, dolor muscular, aumento de mucosidad… puede alentarnos de una posible infección.
-Descanso general. Evitar esfuerzos y situaciones que puedan empeorar la situación del paciente.
-Una correcta hidratación del organismo.
En DediCares somos conscientes de la gravedad que las infecciones pueden causar en las personas de avanzada edad, por eso ponemos a vuestra disposición nuestros mejores especialistas para el cuidado en procesos virales donde los enfermos puedan necesitar atención profesionalizada.
La neumon a es una enfermedad grave para la salud en la tercera edad que se puede evitar siguiendo las recomendaciones de vacunaci n para las personas mayores. Consulta con tu profesional de salud el calendario de vacunaci n y las dosis adecuadas para la persona mayor a tu cargo y evita los problemas que esta enfermedad puede causar a su salud.